Ya es noche cerrada. Esto es avanzar con los ojos cerrados. No hay estrellas. Estoy en un estado de alerta total. Atento a las luces que tengo al fondo, de pronto las veo demasiado cerca, de pronto no sé que son, pero me quedo quieto esperando y veo que no, que están lejos, se ven muy bien, reconozco, parece increíble que las luces se vean desde tantas millas. Es el faro de Portland que se ve desde más de 20 millas, 37 km, casi mitad de camino. He visto un barco con una señalización que no conozco y eso no me gusta, tres luces blancas horizontales, no sé que es. Ha pasado a una casi milla. Me queda una hora de oscuridad, voy a hacer un punto en la carta, un té verde. Se me apaga la luz del frontal. Tengo otro, no lo encuentro, tengo la linterna, pero tengo otro, lo busco rápido y encuentro el de emergencia de pilas. Bien pero mal, ya no tengo otro, aunque con las linternas se ve, no se hacen bien las maniobras, no alumbran donde deben cuando tienes las manos ocupadas. Vuelvo a comprobar los tiempos, para ver las corrientes, si llego bien, con la corriente a favor, pero espero que no sea como en Raz de Sein que se encrespó tanto el mar y dimos remendos pantocazos, uf.

Estoy tan alerta que siento el pulso y el corazón latir,  pero respiro con conciencia y cuando lleno los pulmones e hincho el diafragma, me siento bien, muy bien, increíblemente bien, tan bien que casi no me lo puedo creer, tan bien que estoy todo el rato esperando el golpe, el cambio, la racha o el error que estropee este placer tan largo y sutil. El estado de alerta de saber que cada segundo es un segundo consecuencia de una increíble reunión de aparentes casualidades, que van a desaparecer en ya. Por que es el siguiente segundo el que puede ser malo, el cambio. El viento sopla suave cálido y constante, entre 8 y 14 nudos, el mar es una alfombra que susurra placeres en el casco del Krill, el Krill cabecea suave como si fuera el caballo volador dueño del tiempo, el que va siempre mas despacio, y en cada movimiento se hace más rico porque lo absorve, se embellece, aspira el viento más bello más lento más silencio más viento. El viento de todos los muertos.

Pruebo a cantar pero mi voz suena absurda, mejor susurro. Voy a por unas galletas.

Se ve alguna tormenta a los lejos pero no se acercan, han caído cuatro gotas solo. Algo fácil y dentro de la probabilidad es engancharme en un palangre, no estoy muy lejos de la costa y no hay mucho fondo, no están iluminados y no se pueden ver, si me engancho, me engancho, ya veremos que pasa, igual me tengo que quedar agarrado ahí toda la noche. Buf quita quita.

Hay un ruido que no me gusta, un pequeño traqueteo, el Krill me está diciendo algo, lo busco, abro el tambucho, busco y lo encuentro, hay una pequeña holgura en la mecha del timón con el casquillo de la cubierta. Mierda mierda mierda, ya está ya se ha jodido todo, bueno, de esta no me hundo, no es para tanto, tranquilo, eso puede aguantar, igual estaba sonando desde siempre y ahora es cuando me doy cuenta. No se va a romper ahora. Respiro, me lleno los pulmones, el Krill cabecea. Empiezan las primeras luces, navego hacia ellas, tengo Portland en el través, sería el momento de ir a puerto a descansar. Ni de coña, estoy en la gloria y las condiciones son inmejorables, ahora debería coger la corriente.

Los que saben navegar entienden esos datos; de ceñida a la velocidad del viento. Una cinta transportadora lisa como las de los aeropuertos nos lleva, no hay una ola, uf voy otra vez tenso, demasiado bonito, si pego contra algo o tengo que maniobrar cuidado. Qué pasada. Empieza a amanecer, el Krill cabecea, respiro. Lo hemos hecho, hemos pasado la noche y el ecuador del camino. Bravo.

Ya se divisa la isla de Wight, el viento me va a dejar acercarme a 6 millas, luego ya tendré que poner motor pues se pone de frente. Sigue haciendo buen calor, casi que mucho calor, un calor sorprendente.. Se ven los famosos acantilados blancos.

Piedra, he conseguido llegar a verte.

Nosotros le damos sentido a nuestros actos, combinando la circusntancia con la emoción la voluntad y la acción. Me gustaría que estas fueran las mejores fotos de mi vida. Aquí culmina mi periplo inglés en solitario. Bravo Santi.

Las Needles son realmente unas rocas espectaculares. Con todos los secretos y los misterios.

Pertenecen a la Isla de Wight, la mayor isla de Inglaterra y dan entrada al Canal del Solent, donde está Souhampton principal `puerto comercial inglés y principal zona industrial del sur de Inglaterra. Seguido a Southampton está Portsmouth puerto militar de la Royal Navy.

A continuación de Las Needles hay una bahia que se llama ALUM BAY con unos enormes acantilados de colores espectaculares. La guía nautica indica que se puede fondear y que vale la pena. Si no me acerco ahora, probablemente no me vuelva a acercar nunca más en mi vida. Pero tiene que ser rápido, estoy cansado.

LLego a la bahia y la verdad es que asombra la dimensión y el colorido de los acantilados. Rápido echo el ancla y me doy un baño glorioso. Mientras me seco me como unos garbanzos con quinoa y en seguida estoy recogiendo. Siento que me puede caer todo el cansancio encima de un momento a otro. Y todavía me quedan dos horas hasta Cowes, mi puerto destino de la Isla.

En efecto despues de comer y bañarme, con el motor en marcha y el sol me entra un sueño peligroso. No puede ser, el Solent es un canal con mucho tráfico. Me cojo las pipas de calabaza y voy comiendo una poco a poco, le doy velocidad al barco, ya estoy atento.

Según me estoy acercando empiezo a ver una nube de señales en el AIS, en la bocana del puerto, hay miles de barcos. Es una regata. Igual he llegado en la fecha de la semana de COWES, uno de los eventos de vela popular mas importantes del mundo. No me lo puedo creer, buena coincidencia. No voy a poder entrar.

Están en plena salida y pegan cañonazos de verdad.

AL final entre una salida y la otra puedo pasar. El puerto es un hervidero de barcos de todo tipo, pequeños grandes, yates, ferris rápidos, de gran capacidad, yo tranquilo, pero nos toca orillarnos para dar salida a un ferry rápido y toco fondo, mierda mierda mierda, no puede ser que se fastidie en el último minuto nonono, voy corriendo adentro y doy a subir la quilla y luego acelero, con fuerza, el Krill sale para adelante, uuuffff

Encuentro sitio, me atienden un par de chavales amables que se ve que tienen mucho lío. Me dan una plaza que veo que tendrá ajetreo pero no se me ocurre quejarme. Cojo la plaza. He llegado, ahora sí. Bravo bravo. Me voy a la cama y me desmayo. 

No sé cuanto duermo, una hora y media mas o menos y me despierta gente andando encima del barco. Se están abarloando. Salgo fuera y esto es lo que tengo. Jeje, no está mal, y el Krill no desentona. Mucho barcazo de competición. Está bien, imaginaba movimiento pero no tanto.

Me voy a dar una ducha estupenda, y luego a dar una vuelta.

Para que no quede duda del sitio en el que estamos y de su importancia, esto es lo primero que veo.

Un supermastodonte del transporte internacional. Aha, muy adecuado. Ahí va un mundo hacia otro mundo, el trabajo de miles de fábricas y cientos de miles de personas hacia miles de negocios y miles o millones de personas.

Esto hemos conseguido piedra. Hemos hecho pequeño el mundo. Y quedan mas secretos que desvelar.

Cambiamos las cosas de sitio. Con el hierro que sacamos hacemos cajas para proteger nuestros tesoros y barcos para transportarlos. Nuestros tesoros los vendemos a quien lo pague, o se los compramos a quien lo tenga, esté donde esté y sea quien sea. Cueste lo que cueste. 

Entro en Cowes, está animado. La conozco, es una ciudad que vive para y por la nautica.

Hay mucha animación, diversos escenarios con conciertos.

Salud!!

Pero la energía que me queda me da solo para una pinta, visto el ambiente, me retiro a dormir, la animación es realmente importante.

EL sitio para el Krill es casi igual que el de Dartmouth, jeje

Los dos días siguientes me quedo en el barco escribiendo este blog porque quiero acabarlo antes de dejar Inglaterra. Además la plaza está muy animada, la gente se levanta por la mañana y empieza a preparar el barco. Como yo estoy amarrado al pantalán, todos los que están abarloados tienen que pasar por encima del Krill para entrar y salir de su barco. Pero tengo así muchas interacciones, hablo con mucha gente y veo muchos barcos. Pero no salgo de puerto porque quiero acabar. El esfuerzo por reflejar la realidad me impide conocer la realidad, bueno me impide conocer más realidad y hacer más fotos, que ya me vale.

Pero ayer ya me dije que tenía que salir, era el último día de regata y tenía que ver algo. Y menos mal que lo hice porque si no me habría arrepentido. Es verdaderamente un espectáculo digno de ver. Me ha servido para comprender y entender. Me ha dado rabia no tener una cámara mejor y no haber estado presente en la salida, pero algo es algo, creo que se puede apreciar la dimensión del evento.

Una regata así es consecuencia de mucha historia. Para conseguir forjar un imperio, necesitas que toda tu sociedad esté orientada y concentrada hacia el mismo objetivo. En este caso era un imperio basado en el control naval de los océanos. Toda la sociedad británica, principalmente los pueblos del mar y las mareas, estuvo concentrada en el desarrollo naval y su perfeccionamiento. La vida en el mar es muy dura, y une mucho a los que la comparten. Así lo consiguieron, y esto es lo que ahora queda, una afición irrenunciable que forma parte del colectivo y de la personalidad de la sociedad inglesa.