Penzance Falmouth 7 de Julio de 2024. 35 millas. 5,5 horas
Adios Penzance, Hasta pronto!
La ventaja de no tener prisa es que puedes elegir el momento. Y la ventana meteo es perfecta. Salimos todos los que estamos en el puerto a la vez y vamos en flotilla 4 barcos hacia Falmouth.
El viento oscila entre 10 y 13 nudos. El Krill navega muy alegre entre7 y 5 nudos.
Buen rollo. Navegar en flotilla es interesante. Te vas comparando. Las comparaciones son odiosas... o estupendas, depende de como resultes. En este caso llegamos con el pelotón. Y con delfines embelleciendo.
Dejamos Black Rock por babor y entramos en la bahia de Falmouth, esto es otra liga.
Puerto con cruceros trasantlánticos, mastodonte del turismo internacional.
Hace bueno y se puede disfrutar, parece la riviera mediterránea. Pero empieza a sorprenderme la profundidad del puerto y la cantidad de barcos. Las casas son de variados colores, lo cual da alegría al paisaje.
Flipo, hay miles de barcos fondeados.
Por supuesto, bellezas clásicas a porrillo. Y de mucho nivel. Boca abierta sonriente.
Quiero echar el ancla, pero no lo veo claro, está la marea baja y no encuentro espacio, al final me decido a echarla en un hueco. Pero no me convence, estoy casi en el medio del canal, estoy destacando como forastero, la gente me mira, aunque nadie dice nada, pero pasan demasiados demasiado cerca. Al cabo de un buen rato me amarro a una boya. Seguridad. Me doy una ducha y me preparo para desembarcar. El Krill está contento con tantos buenos barcos alrededor, aunque tiene dos pequeñas averías, la ducha tiene fuga por el desague y se va a la sentina y el anemómetro de NKE no gira.
Me recuerda a Venecia pero popular. La verdad estoy sorprendido y sobrecogido. mucha belleza. De nuevo esa sensación de armonía con el agua, de vivir a su ritmo.
Me tomo una pinta en una terraza de cara al puerto. Lo que me sorprende es que no hay nadie, está vacío. Será que es domingo. Me voy a la cama pronto.
Y a las tres de la mañana se levanta festival. Entra un vendaval de más de 25 nudos. A pesar de estar protegidos, el baile es importante. Estoy mal, casi mareado, esto se mueve como un tío vivo, verifico la amarra. Empiezo a tener dudas ¿Va a ser esto así? ¿Me habré equivocado con esta ruta, con este viaje? ¿Qué sentido tiene esta incomodidad?¿Estoy preparado para pasar así un año entero? ¿No sería más fácil, relajarse, ir a la marina, pagar como dios manda una plaza con pantalán y marchar a casa con una buena ventana meteo? Solo consuela un poco ver a todos dando los mismos saltos. Si me coge esto en las Scillys malo malo. Menos mal que son temporales de verano que no duran mucho, a la mañana se calma. No he dormido mucho, ya dormiré luego.
A la mañana siguiente tengo que ir de compras, este es mi puerto de amarre donde dejo el dingui, siempre calculando el cabo suficiente para la marea. Y amarrando sin molestar a los locales ni ocupar sus sitios.
Este es el muelle del puerto. Ahora es turístico, solo van ferrys de transporte de turistas por la ría.. pero tuvo su época de gloria.
Esto es lo primero que veo a llegar a tierra. Clásicos en motos también...
El puerto es un lugar de encuentro entre los locales, de relación y entendimiento. Y si hay que mojarse para achicar el txintxorro para que me lo puedas mover, pues se moja una.
La primera impresión es parecida a Penzance, comercio y color. Se nota movimiento y dinamismo.
Pero las banderas no tienen nada que ver, quedan muy lejos del trabajo imaginativo y artesano de Penzance.
Las casas de colores sempre dan alegría. En cuanto a los jardines, no hay especial atención al respecto.
Vista desde un alto que muestra el numero de fondeos que hay.
Esta es la zona chic. Es un hotel histórico, situado en un anciano muelle.
Aquí están las casas buenas.
Y ya se preocupan más de los jardines,
Eso sí, en cuanto te alejas del centro y de la orilla del río, la imagen se deprime rápidamente.
Otro día decido hacer excursión con el dingui ría adentro. Me han dicho que el gas se compra por allí. Por supuesto los barcos amarrados en la puerta, la orilla de enfrente es más popular.
Eso si aparcar en la puerta de casa, hasta el pescador con su barcazo.
Pero según te adentras en la ría ves como el tema naval domina, con multiples astilleros de mediano y pequeño tamaño, con barcos viejos o no en restauración. Es esa extraña sensación de caos antiguo, o de orden inmemorial, de cosas que llevan ahí muuucho tiempo, pero con un orden y un sentido imposible de captar por nuestro conocimiento de forastero.
Barcos en reparación o a la cola para entrar en astillero
Astilleros muy variados.
A la mañana sigiente mientras desayuno la mojama de atún, Vienen a cobrar, tengo que ir a la oficina. Me cobran 50 euros/dia por estar en la boya. Es caro, no hay transporte, si quieres ir a tierra, y no tienes dingui, llamas al barco taxi y tambien pagas. Se puede echar el ancla en la bocana de la marina, y se pagan 20 euros. Decido que echaré el ancla.
Pero empiezo a entender. La densidad es tan alta, que no queda más remedio que cobrar. Cobrar por echar el ancla me parece asombroso, pero es así,
De todas formas, hoy voy a hacer visita al castillo de Pendennis, que está a la entrada de la bahía.