Mastersea y Veterano se tienen que ir. Con mucha pena les llevamos al aeropuerto y nos quedamos Apple Greco y yo. Por la tarde nos vamos a consolar con un baño en la playa. Una preciosidad pero llegamos a la hora de los mosquitos y devoran mis tobillos. Me tengo que echar al agua para que me dejen pero ya es tarde. Me han frito, las picaduras me van a durar una semana.

Como nos quedamos con el coche aprovechamos para hacer un poco de turismo y visitamos el volcán Monte Pelé. Es el pico más alto de la isla con 1395 metros. Ese volcán entró en erupción en 1902 y acabó con la antigua capital Sant Pierre y la vida de 28.000 personas en cosa de 3 minutos. Algo brutal. Parece ser que arrasó la ciudad una bola de fuego y gas. Desde entonces la capital pasó a Fort de France.

Llegamos en coche a esta plaza verde donde hay un buen restaurante para tomarte algo, buena pinta.

La ascensión, buena pendiente. AppleGreco es 20 años más joven que yo y sube más rápido, claro, me fastidia, pero tranki, a mi ritmo, no sube 20 veces más rápido.

En seguida llegamos cerca de las nubes. ¿Nos dejarán visibilidad en la cima?

Casi como Tenerife jeje.

Pero las nubes no nos van a dejar. Lo que se ve es el magnífico manto. Siempre hay agua, siempre humedad.

Hay algunas especies endémicas, que solo viven en este monte.

LLegamos a la cima. Con niebla, pero llegamos. Bravo.

Apple Greco también se tiene que ir.

Antes de que se vaya, le preparo una diversión de esas que te hunden. En el puerto, a la mañana siguiente, decido echar agua en el depósito del Krill que queda poca, abro el depósito de gasoil en lugar del de agua, le meto la manguera y abro el grifo hasta que se desvorda. Craso error. Dios mío, que horror me echo las manos a la cabeza y casi me echo a llorar. Son esos fallos despiste que te hunden, no puede ser. Tenemos que pasar toda la mañana vaciando el depósito de gasoil. Lo bueno de lo malo; me sirve para montar una bomba de trasvase que servirá de respuesto en caso de necesidad, me sirve para aprender bien el montaje del depósito, el que no se consuela es porque no quiere, o no hay bien que por mal no venga. Pero me sirve para dudar de mi. En fin, en principio lo solucionamos, aunque nos cuesta la mañana completa y 100 litros de gasoil.

Cuando llevo a AppleGreco al aeropuerto, aprovecho para visitar la capital Fort de France. Es pequeña, pero tiene color, y tiene buenos parques, y, es una ciudad de grafitys. Hay fuerza de cultura popular, se nota tensión.

Tiene una playa al final del paseo marítimo, pegada al fuerte que todavía es edificio militar.

Hay musica en la calle, música social, música reivindicativa, música de los oprimidos, música de guerra, música con ritmo, música para bailar.

En cuanto sales un poco de la ciudad se ven las zonas pobres que la rodean. Están muy cerca justo al otro lado del rio o de la calle.

Ha habido revueltas importantes, todavía quedan restos de alguna barricada con coches quemados.

Hay una mezcla un poco explosiva, los precios han subido mucho, hay bolsas de pobreza, un 20% de paro y una historia peculiar pendiente con respecto a la esclavitud. La riqueza se sigue manteniendo en poder de las familias descendientes de los antiguos colonos que desembarcaron desde Francia en el siglo XVII. Los llaman los "béké". La Martinica en ese sentido es una excepción. Es la única colonia francesa en la que se mantiene una descendencia genealógica directa de los primeros colonos. En el resto de colonias, en el momento de la revolución francesa y abolición de la esclavitud, prácticamente todos los antiguos colonos esclavistas propietarios de las tierras fueron ajusticiados y guillotinados durante la Época del Terror. Pero los colonos franceses de Martinica negociaron con los ingleses aún siendo enemigos de Francia. Inglaterra entró en la isla, y les protegió durante 5 o 6 años hasta que pasó esa época y llegó Napoleón, el cual restituyó la esclavitud.

Eso genera un poso de resentimiento mayor que en las demás islas donde  no queda nada de los primeros colonos esclavistas. Los "béké" en Martinica mantienen una alta cuota de poder, son solo 3000 personas entre casi 400.000, pero poseen el 50% de las tierras y más de un 20% de las empresas de la isla.

Y cuando protestan, protestan. Existe un partido independentista. Hubo un muerto en los disturbios.

A la mañana siguiente, me comunican que tengo que irme de la Marina. Es precipitado, yo había solicitado hasta el lunes y hoy es sábado, pero se muestran inflexibles. Bueno, me organizo y preparo para salir a la bahía y echar el ancla. En dos horas estoy en el pantalán del gasoil echando correctamente el combustible y el agua y salgo a buscar sitio donde echar el ancla.

Inicio la salida por el canal con el sol en contra, no veo bien. Voy despacio y tranquilo, la bahia es enorme y hay muchos barcos fondeados, voy mirando los posibles huecos para echar el ancla, la sonda me marca 11 metros y de pronto suena ese terrible sonido, el peor que cualquier marino puede oir: toco fondo y encallo; no no,no, doy marcha atrás a tope pero el Krill no sale. Angustia intensa. Estoy solo. No me puedo mover. Impotencia, inseguridad, angustia, vergúenza, desengaño, miedo, trauma, todo se tambalea. Necesito ayuda ¿Pero como es posible? Miro el ploter y está bloqueado, por eso marca 11 metros todo el rato, gran mierda. Tengo que ver las mareas, aunque en el caribe hay poca. Miro hacia fuera, hay dinguis pasando, de pronto uno se para "Do you need help?" Es noruego. Creo que mi cara es suficiente respuesta. Me ayuda a hechar el ancla de respeto contra el viento y la corriente para que el Krill no se mueva. Miro la marea y estamos en marea baja, me quedan seis horas para marea alta, mierda, sería de noche. Además la diferencia de mareas es mínima, solo sube 20 cm, no sé si sería suficiente para salir. Los timones tocan el fondo y si golpean se romperan si no se han roto ya. Sudor frío. El noruego, se va y dice que volverá a ayudarme en un rato. Cojo una pala que tengo y me echo al agua, toco los timones. Me pongo a cavar debajo de ellos para liberarlos. El suelo es arena y coral muerto, está durísmo. Cavar bajo el agua es muy difícil, levanto arena y no veo, pero palpo y cavo, aunque floto y me resulta muy difícil cavar, hay erizos y me pincho el pie. Descanso un poco y viene un francés, me dice que eche el ancla más lejos, me ayuda a hacerlo y se va. Vuelvo a cavar, cavar y cavar, con desesperación hago un pequeño agujero bajo los timones y al menos ya no pegan en el suelo. Pero el Krill no se mueve, sigue encallado. Pienso que me viene la noche y me da un escalofrío. Vuelvo a cavar, levanto unas arenas con metales pesados que me irritan mucho la nariz y la garganta, no puedo más. Aparece un inglés:

- Ese ancla la llevamos todo lo lejos que se pueda y hay que darle toda la tensión posible, luego me das la driza del spi de la punta del palo e intento inclinar el barco para que puedas salir.

Parece muy decidido y su dingui tiene potencia. Acepto el riesgo de dañar timones y obedezco sus instrucciones. Mucha tensión al ancla. Viene otro francés y aparece el noruego.

- Nosotros podemos empujar con nuestros dinguis.

Le doy la driza del spi(va a la punta del palo) al inglés, coordinamos la operación para saber qué hacer si el Krill sale, no liar la hélice. Todos listos. El inglés tira de la driza y el Krill se inclina mucho, doy marcha atrás, pero no se mueve, se le escapa la driza. Volvemos a intentarlo, la sujeta mejor. Acelera a fondo, tira de ella, el Krill se inclina y vuelve, el inglés vuelve a tirar, y yo acelero hacia atrás y el Krill va saliendo!!!

Va saliendo, va saliendo, y salgo!!! Estoy fuera, me ayudan a recoger el ancla y el inglés se despide. Agradecimiento profundo profundo profundo. El francés me dice:

- Ayer ayudé a otro a salir, que venía de cruzar el charco, te relajas despues de conseguir cruzar el charco, y catacrás. Se despide y se va. Agradecimiento profundo a la comunidad de marinos, le hermandad del océano.

- Gracias, gracias.

El noruego se queda y me dice que donde él está hay mucho sitio para fondear, así que le sigo, no quiero buscar sitio, es tarde, en efecto está al principio de la bahía, pero 17 metros de fondo, es mucho no estoy acostumbrado a fondear con tanto fondo, pero bueno echo el ancla.  No estoy bien, levanto el ancla, vuelvo a buscar sitio, echo de nuevo y ya espero. Ya se está yendo la luz. Aquí me quedo. Me pongo unas gafas de buceo y me echo al agua para tener una primera impresión de los daños. Parece que no son graves, parece solo raspones y pintura. Uf un enorme peso se me libera de la espalda, aunque creo que me queda otro muy grande. Mañana confirmaré los daños con más detalle. Ahora tengo que cocinar y descansar, estoy agotado. De cualquier forma, aunque sea solo pintura, tendré que sacar el barco para volver a pintar, la quilla se oxida.

Estos fallos tan grandes me deprimen mucho, me hacen cuestionarme si seguir adelante o no. No puedo tener fallos fundamentales como estos. Pierdo la confianza en mi mismo y sin ella no puedo seguir. Aunque a más gente le pasa. No puede ser, son fallos estúpidos, es lo peor.

Me preparo la cena, y gracias a dios me duermo rápido

A la mañana siguiente me levanto con fuerte contractura en el cuello. Compruebo los daños, en efecto es solo pintura aunque la quilla ya ha empezado a oxidarse. No es urgente, pero es importante.

Tengo que buscar el varadero y pedir sitio. Ver materiales, pintura, la mía es especial... Bueno, hay que adaptarse, aceptar la nueva situación y seguir adelante. 

El sitio es chulo. Aquí estoy. Llueve mucho, pasan chubascos rápidos.

Voy a visitar al noruego, le llevo una botella de vino de agradecimiento. Bueno, empiezan los bienes que llegan de los males. Nuevas amistades, nos reímos un rato. Se llamaTrond, del norte de Noruega, ahora en su casa hay 10 metros de nieve ja. Nueva amistad, tomaremos vino tinto juntos unas cuantas veces hasta que venga su hijo a visitarle y marchen de viaje.

Al mal tiempo buena cara.

Voy al varadero y solicito plaza. Es enorme y está al servicio de grandes empresas de charter, el mundo de los catamaranes, los antibarcos, los palacios flotantes. En seguida entiendo que es de esos sitios donde tienes que tener paciencia para que te hagan caso, encontrar a la persona adecuada siempre cuesta un poco. En fin, cada día voy, cada día me dicen que vuelva mañana, pero cada día estoy más cerca de que me den fecha.

Mientras tanto tendré que conocer los alrededores, disfrutar de los baños y superar la depresión, contractura de cuello y tendinitis de brazo que me han provocado estos errores.

Tengo que agenciarme un teléfono auxiliar, llevo ya siete meses haciendo fotos con el teléfono en condiciones muy arriesgadas y ha recibido golpes, tiene rajas... no me puedo quedar sin teléfono.

Pruebo a bucear y ver los fondos, no espero mucho, estamos en una bahia muy civilizada, con ciudad, hay mucho barco. Y me llevo una grata sorpresa.

Hay algún coral vivo. Que bonito

Quedan algunos corales vivos, como estoy en la entrada de la bahía las aguas están más limpias. Y hay muchos peces pequeños, los pequeños que sostienen la vida de los grandes, como el krill.

La mágica aparición de los peces de colores o de los colores de los peces me llena de alegriá. Mucha alegría ver el colorido. Muy contento, el fondeo empieza a tener su valor. Estoy alejado, pero estoy cerca de la vida de colores.

Por supuesto en una transición del dingui al barco, se cae el teléfono al agua. Justo me acababa de comprar el auxiliar y había hecho copia completa.... Sin comentarios. Se me monta otro lío de tarjetas sim, enfin. Resuelvo. No pienso deprimirme más.

Resulta que aquí también puedo disfrutar de regatas  de vela tradicional, como en Falmouth, jajaja.

Tengo un monte enfrente, en Martinica a los montes les llaman Mornes, el que tengo enfrente se llama Morne Gomier. Y tiene un mirador que me apetece subir a ver, es sitio recomendado. Veo que al lado hay un jardín memorial sobre la historia de Martinica, reservo entradas. 

Según subo la vista va mejorando. Ahí se ve el Krill, al lado de la isla de Duquessnay, bien bien.

Hay mucha pendiente, y las casas son todas individuales, muy heterogéneas, las hay tipo granja o caserío, con gallinas y cabras, sucias y trabajadas, y las hay, pijas y cuidadas y sin animales. Sudo mucho en la ascensión.

Esta es la vista desde el mirrador, valió la pena. A la izquierda de la bahía está la marina.

Pues el jardín de An Mao resulta una verdadera sorpresa. Es la casa de un descendiente de los cimarrones. Los cimarrones eran los esclavos que conseguían la libertad escapándose y escondiéndose a vivir en lo más profundo del monte, en la "cima", por eso "CIMA-MARRON".

Es el descendiente, el tataranieto de unos cimarrones que decidieron esconderse en ese sitio. Y el nació en ese sitio. Era una verdadera vida en el bosque.

Nos explica lo que yo me estaba cuestionando, como procesa una persona ese estado tan complicado de ser ciudadano francés, martiniqués y africano, descendiente de esclavos escapados. Es un coktel dificil de digerir.

Resulta una persona entrañable por su sinceridad y claridad con la que nos expresa su evolución, el proceso por el que pasa, la rabia que ha tenido que digerir y procesar. Bello como consigue el sentido de su vida a través del pensamiento, la meditación, el estudio de la historia y la decisión final de crear un memorial en la casa de sus abuelos, en el bosque donde nació y vivió con su familia. Allí donde se refugiaron sus tatarabuelos y vivieron en armonía con lo que el bosque les otorgaba. Allí donde defendieron su libertad.

La entrada en el jardín es la entrada en la exhuberancia

El mar está cerca, y el bosque es muy espeso

Hay infinitas plantas, me imagino el enorme trabajo de mantener este jardín.

Es un filósofo y un escritor. Hijo de africanos, cultura de la palabra, de la oralidad, educado en Francia, país de las letras, criado en Martinica la isla de las plantas.

Hizo la mili en Francia.  En algún momento se refugió en el bosque para pensar, para conseguir digerir esa rabia interna y conducirla hacia algo creador. Lo consigue.

Para defender la libertad, y la suya ha sido cara.

Monumento a la lucha por la libertad que rompe las cadenas.

Luego viene el jardín del amor.

Hay una planta que te deja escribir en sus hojas. Y que es eterna, de sus hojas, brotan siempre mas plantas. No importa que arranques la hoja, de esa hoja brotará otra planta. Nos invita a que cojamos una hoja y escribamos un deseo en la hoja, ese deseo se hará inmortal, igual que la planta brotará, estemos donde estemos.

Luego nos da un paseo contándonos todo su conocimiento botánico, todas las plantas que tiene para todo tipo de males y curas. Una enciclopiedia. Sabe como conseguir los extractos y como aplicarlas, sabe para qué sirve cada una, cuales han servido por ejemplo, para curar el cancer de mama formando parte de la quimio curativa. 

En todo su discurso puedo escuchar la lucha sin cuartel de sus ancestros por sobrevivir y por luchar contra la esclavitud, con su lengua, con sus brazos, con su oralidad con su religión, sus conocimientos traídos de Africa.

Llegamos al fondo del bosque, al fondo donde está la solución y el problema.

ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN 1848, 22 DE MAYO.

En ese momento en Martinica, vivían 75.000 esclavos y unos 12.000 hombres libres. Poca broma ¿Ahora qué hacían con su libertad en un país que les liberaba? En muchos casos llegaron a acuerdos con sus antiguos amos para convertirse en trabajadores. En muchos casos se unieron y asociaron entre ellos, buscando repetir las "naciones" africanas de donde provenían y trabajar en colectivos desde ahí. Además fueron integrándose en la sociedad francesa, obteniéndo sus documentos y educación, sobre todo los mestizos o criollos.

Una de las maneras de resistencia de los esclavos fue la música y el baile. En el bosque se pueden construir instrumentos de percusión pero es muy dificil conseguir instrumentos melódicos. En Martinica inventaron la flauta de bambú hembra, un instrumento muy difícil de construir, pero que suena bien melodico.

Se acaba la visita, me voy con una tierna emoción en el pecho, y con una llama encendida. Un poco asombrado del enorme trabajo realizado solo por una persona, no solo intelectual y espiritual, sino también físico, ha movido muchas piedras para conseguir que ese jardín exista, ha hecho muchas terrazas, ha podado, uf.

Gracias Pierre-Yves. Enorme lección de autosuperación. No te olvidaré.

Camino monte abajo hacia el Krill, llego al embarcadero, cojo el dingui y llego al Krill. Me tumbo a ver la puesta de sol. Yo quizá tenga esclavos en mis ancestros, pero serían muy lejanos, no están en mi conciencia, quizá en mi inconsciencia, o subconsciencia, no tengo una rabia que me quema.

Por fin consigo fecha en el varadero. Me toca sacar el barco, momento siempre delicado, y trabajar a fondo para volver a dejarlo como nuevo. Buscar material, y trabajar a fondo durante dos días para echar el barco al agua al tercer día. Pero lo hago, todo bien sin problemas. Una vez en el agua, siento que me libero totalmente del encallamiento, me doy cuenta de que tenía un peso en la espalda, la contractura del cuello todavía molesta, y la del brazo.

Pero mentalmente estoy libre, vuelvo a mi sitio y echo el ancla en el mismo sitio.

Voy a tomar un café a la marina y oigo hablar castellano. Me doy la vuelta y les saludo. Tomamos una cerveza. Me invitan a cenar con ellos en Nochebuena. Agradezco la invitación y llevo una botella de Champán y una de ron. Pasamos una velada agradable, Enrique, Pedro y Marcela. Se dirigen a Australia, casi nada, tienen que cruzar el Canal de Panamá. Pedro se va a pasar fin de año a Ecuador y luego vuelve para continuar el viaje. Pedro y yo acordamos alquilar un coche para visitar la destilería Clement y luego le llevo al aeropuerto. Es un tipo muy interesante Pedro, puede contarte muchas aventuras; desde comprar diamantes en Sierra Leona hasta vender estiercol de lombriz roja de California, pasando por la construcción en Ecuador. Una vida aprovechada.

El 26 cogemos el coche y vamos a la destilería Clement. Edificio nuevo.

Y edificio antiguo, con la antigua residencia de los Clement. 

El fundador Homero Clement, fue el primer médico mestizo de Martinica. Hombre que además fue alcalde de Le Francois (pueblo de Martinica) y diputado del partido radical socialista. Compró la plantación en 1887 para el cultivo de la caña de azúcar. En la primera guerra mundial debido a la alta demanda de ron para dar a los soldados y que soportaran los horrores de la guerra, Homero decidió construir una destilería. Por supuesto fue un éxito y la familia Clement estuvo produciendo ron hasta que en 1986 la compró un "béké" que le inyecto una buena cantidad de dinero. Renovó las instalaciones y ha convertido la destilería en emblema de la Martinica moderna, siendo además de destileria un precioso centro de arte contemporáneo. No se ha escatimado en recursos, la visita es preciosa, por 11 euros puedes visitar todas las instalaciones todo el tiempo que quieras y realizar una degustación de sus mejores rones. Las obras de arte están muy bien. La droga dura legalizada puede mucho.

La caña de azucar se planta en la finca. Al fondo plátanos.

Las bellas obras de arte en la finca.

Despues de la cata, estamos contentos. Pedro, otro amigo más!

Me llevo un recuerdo de esta droga dura tan importante en la primera guerra mundial, y en tantas otras... Tiene muy buen pinta. Para fin de año!

Por la mañana voy a bucear a una zona preciosa y pesco un pez león, es un pez precioso, que parece que lleva un traje de gitana faraona, pero es una especie invasora, viene de Asia y no tiene depredadores, se lo come todo y se reproduce muy rápidamente, el defecto evolutivo que tiene es que está buenísima su carne, hay que tener mucho cuidado porque sus espinas son muy venenosas, pero con cuidado se puede hacer casi todo. Con lo cual, además de pescar un pez rico, me siento salvador de la fauna marina.

 Le Marin, es una bahía divertida hay todos los estilos de embarcación que podamos pensar, desde agrupaciones en hundimiento, a superyates de lujo pasando por pequeñas aldeas flotantes

Me encuentro al inglés que me sacó cuando encallé. Que alegría poder agradecerle en persona. Y resulta que no es inglés, es ruso, del centro de Rusia, de uno de los lugares más alejados del mar que existen. Voy a su barco a visitarlo con una botella, se encontró su barco, el catamaran hundido en un manglar y lo ha reflotado y arreglado, lleva dos años, se gana la vida haciendo todo tipo de trabajos para barcos. Me invita a subir y me indica sitios para visitar en Sto.Domingo. No le entretengo porque está liado trabajando, pero el trabajo que ha hecho con el cata es impresionante. Le dejo la botella de vino y me voy muy agradecido.

A la mañana siguiente buceamos alrededor de mi isla, Enrique es un gran pescador y Pedro, pero el agua está turbia y no se ve nada. Cuando volvemos al barco, el vecino francés nos viene a preguntar que tal, si hemos pescado algo. Se ve que es un viejo marino, y casualidades de la vida, conoce a Enrique, estuvieron juntos en Fidji. Otro personaje interesante. Por la tarde me pide ayuda para colocar un panel solar. Por supuesto. Charlamos un rato, me interesa esta persona, llevan 30 años navegando, han dado dos vueltas al mundo.

- En Cuba estuve tres veces, la última me metieron los perros, y se metieron con espejos de dentista para registrar el último rincón del barco, los cabrones, no encontraron nada. Hay que echar amoniaco un par de días antes, los perros se quedan tontos. Ven otro día con las cartas y te digo los sitios donde ir, en Cuba hay un sitio maravilloso, estuve allí un mes entero, peces enormes langostas, de todo bajo el agua, solos, nadie, perfecto.

- Volveré, con botella de vino, tortilla de patata y lo que haga falga. Este hombre es una mina.

Antes de la cena doy otra vuelta por Morne Gommier, sudo mucho para subir pero la vuelta es chula. Es todo selva, pero selva tranquila, hay vegetacion, pájaros y cangrejos, y casas.

Hago una última visita al pueblo y visito la catedral y el ayuntamiento. El ayuntamiento es de colorido caribeño y la catedral tiene un impresionante altar de marmol blanco que según parece iba en un barco a la catedral de Lima en Perú. Al naufragar por aquí cerca, aqui se quedó el altar. El techo de la catedral tiene forma de barco, es muy bonita.

Son las 6.00h de la tarde y el sol ya ha caído. 27 grados, el catamaran flota sin que se note, el atardecer se estira en el horizonte con tonos dorados, rosas y nubes alargadas paralelas al horizonte.

El catamarán se llama Le Rebelle, son mis vecinos de fondeo, hemos hecho amistad y me han invitado a cenar, se van a Venezuela, somos 10 personas, de los cuales cinco nacidos en la Guayana francesa, un bretón, un vasco, un martiniqués y dos normandos. Se mantienen todo el rato dos o tres conversaciones en paralelo.

  1. Conversación UNA : Contrabando

- No hay estado sin corrupción. Lo que hay es corrupción mas o menos legalizada, institucionalizada, integrada y aceptada. El estado no puede existir sin sus fuerzas de seguridad capaces de imponer por la violencia, la misma violencia, los criterios comunes, las leyes y los impuestos. Todo depende de la violencia, la cuestión es que un estado maduro, un estado garantista de los derechos se supone que regula la violencia y vela por los intereses de todos sus ciudadanos. Pero a los demás, a los ciudadanos de los demás países, que les den, y ahí empieza lo divertido.

- Como las mafias. Los servicios secretos.

- Este tipo es un bandido de verdad, y es quien controla las aduanas, los barcos que entran en el país, y vende marihuana o lo que quieras, yo soy su amigo, me ha pedido que le lleve un queso entero... se lo llevaré. El me lleva a su casa, es otra dimensión...

  1. Conversación DOS: Vuelta al mundo Malunchon

- No, no llevo motor, y la única electrónica que llevo es el teléfono.

- ....  ¿Por qué decidiste hacer un barco tan pequeño? ¿4 metros??

- Pues varias razones, una cuestión de principios y a la vez de presupuesto. La gente habla de ecología, de gastar poco, de minimalismo pero nadie practica. Yo lo intento con un barco pequeño. Todo tiene que ser grande, “burro grande ande o no ande”. El mundo no aguanta eso. Mi presupuesto es muy limitado y claro, cuanto más pequeño, menos gastos tienes.

- En un barco de 4 metros no puedes andar mucho...

- No no no, de hecho lo único que puedo hacer es ponerme de pie para sacar medio cuerpo fuera de la cabina y hacer sentadillas, dentro solo puedo estar o tumbado o sentado. Dentro hago flexiones.

Es Yann Quenet, un breton que está dando su segunda vuelta al mundo en su velero de 4 metros construido por el mismo. Sin electrónica, sin partes meteo, sin motor, solo y a pelo. Como para quejarte en su presencia de que has pasado una etapa dura...

 5 jun 2023La bande annonce "Baluchon, 4 mètres autour du monde"... pour voir le film en intégralité: C'est ici https://vimeo.com/ondemand/baluchon

Ese es su barco, ole tus huevos!

En Le Rebelle hay de todo, buen licor, buen vino, cerveza, tabaco, fusiles, música, especias, carne y pescado... La barbacoa está a punto. He llevado mi instrumento de música pero no es el momento, es momento de conversar. He llevado una tortilla de patata. Me siento un novato, casi un intruso, aqui hay gente que lleva muchos años en el mar, muchísimos. Quedo callado, escucho, pregunto. Me llevo mucha información, me entregan lugares geniales paradisíacos donde estar solo con abundante pesca, rutas y puertos de fácil acceso y aduanas. Me voy muy agradecido y bastante mareado, pero consigo llegar al Krill sin caerme al agua, jeje. Hasta mañana.

Se acerca la partida, va a llegar la nueva tripu, la etapa de Martinica se acaba, han sido dos meses que han pasado volando, con muchas lluvias y muchos arcoiris, un sitio genial. Estos han sido mis paisajes. Los que no se olvidan.