24 de Julio de PLYMOUTH A DARTMOUTH 36 millas. 8 horas.
Otra navegación tranquila, viento de través o de aleta, oeste - sudoeste, entre 12 y 8 nudos. Pero tengo la corriente en contra. En un momento dado a pesar de tener viento de 8 nudos, me quedo a 2 de velocidad y desde Salcombe tengo que arrancar unas dos horas de motor, hasta pasar el faro de Black Stone. A partir de ahí voy paralelo a la costa, una playa inmensa de 12 km de longitud. Muy poco fondo, voy a 14 metros de sonda constantes, hay niebla, cae un txirimiri delicado, que no molesta nada. DIsfruto en la ceñida y en tres bordadas entro en Dartmouth.
La entrada de Dartmouth, con su castillo correspondiente.
Se parece a Falmouth, pero más pequeño. Y a Fowey pero más grande... Estamos en la costa de las rías y los puertos. Los pueblos de la luna y las mareas.
Los edificios que muestran que tuvo su momento de riqueza, pero no excesiva.
Lo que si se ve es mucha arquitectura moderna, mucha renovación sobre los muros antiguos.
Sobre los muelles antiguos han sabido construir casas modernas, pero aprovechando incluso los muelles o pequeños diques de antaño.
El puerto antiguo es muy pequeño y con un paso que no deja más altura de un metro y medio en marea alta.
Quedan 4 barcos pesqueros, pero está claro que es un puerto turístico.
El pueblo no es grande, las calles igual de pintorescas, con esos colores alegres.
Eso si, mucha cuesta. Y una calle dedicada a Thoma Newcomen, y la oficina de turismos tiene su invento, fue un inventor que en 1712 inventó una gran máquina para poder sacar el agua de las minas. Porque ese era uno de los grandes problemas de las minas, retirar el agua que entraba siempre a cubrirlo todo, a proteger la tierra e impedir que el enano excarvador siga haciendo agujeros. Pero nuestro ingenio lo consiguió, unos enormes artefactos, que aprovechando leyes de la física, creaban enormes bombas de succion para aspirar el agua. Calor calor y calor, piedra te sacaremos las entrañas, te sacaremos los secretos.
Remonto la ría con el Krill porque he visto que hay alguna zona donde se puede echar el ancla, y en efecto la encuentro, en ANCHOR ROCK. El sitio es espectacular. Otro silencio profundo. Muy profundo. El río es muy manso y genera mucha placidez. En el centro tiene casi 20 metros de profundidad. Yo estoy en 8 metros. Qué suerte... ¿Y será gratis?
No es gratis, a la mañana siguiente llega en una barcaza un oficial. Coger una boya en el río son 32 libras, echar el ancla. 15 libras. Lleva en su barca el datafono para cobrar con tarjeta y me envían la factura por email.. Todo funciona muy bien. Ha amanecido con niebla y lluvioso. No importa, tengo que quedarme en el barco al menos un ciclo entero de mareas para comprobar que está perfectamente asentado y que no garrea antes de poder dejarlo solo.
Me dedico a leer, a escribir, a bañarme y a dormir, intento conducir y provocar mis sueños pero no lo consigo, sueño lo que sueño y me acuerdo muy pocas veces. Como veis es precioso, pero sigue habiendo cierta densidad barcos, todo está organizado y bajo control. Cariñoso control.
Los atardeceres son deliciosos, son más lentos en esas latitudes y se pueden disfrutar mejor los cambios en las tonalidades y los matices.
El Krill, tranquilisimo en el meandro de Anchor rock.
Hay incluso una pareja de focas, parecen madre e hija...¿Les cobraran a ellas también..? Je, igual les pagan.
Es el momento de hacer yoga e intentar armonizarse con tanta belleza, concentrarse en la respiración que me da la vida, el ritmo, en el cuerpo burbuja este que tenemos, darle un poco de castigo y otro poco de cariño, escucharle y hacerle caso, le intento conducir a lugares donde no ha estado nunca. Lugares o posiciones a las que cuesta mucho llegar, pero cuando llegas disfrutas y cambias.
Y hablando de belleza, aqui llega el rey de Roma, la belleza, la elegancia hecha pluma.
Y la mala leche!! Que si no la belleza se queda muy sosa!!!
Entiendo que han venido a decirme que es su territorio, aqui soy un forastero y no pinto nada y que me porte bien o se me echan encima, se alejan con las plumas en alto, orgullosos.
Me preparo el desayuno y veo que ya me voy a acabar el último trozo de la mojama de atún pescado el 19 de Junio. Estamos a 28 de Julio. No he comido otra proteína animal que esta y el queso y los huevos. Le hago los honores con un plato exclusivo como se toma en el sur, con aceite y almendras. Gracias atún. Ahora tengo que matar otro animal, inspiro y se me despierta el instinto asesino. Matar para comer, tengo que matar ¿O le pago a alguien para que lo haga por mi?
Me visto y cojo el dingui para hacercarme al pueblo.
Navego a la vera de barcas de cadetes de la Royal Navy. En Dartmouth está la Britannia Royal Naval College. Probablemente por eso está todo tan bien ordenado y funciona tan bien. Los cadetes andan haciendo prácticas. Voy un poco rápido y en seguida me llaman la atención para que reduzca.
Mata para mí. Yo no quiero hacerlo, es complicado, es dificil, es duro, es triste, mata para mí, y dame el trozo bueno, para mí el mejor, pero no me cuentes penas, mata para mí y dame lo mejor, hazlo bien, no estropees nada, no provoques desastres, se educado y silencioso, y buena persona, pero mata para mí. Rápido, mucho, bueno, ahora. No quiero la sangre, ni los ojos, ni el estertor, ni la agonía por la boca ni las vísceras derramadas. Mata para mí tengo hambre, te pagaré bien, pero no demasiado.
En Falmouth descubro una pescadería, en un pequeño mercado. La pescadería es pequeña pero han matado mucho para mí y tienen todo el género a granel, casi a volumen, todo mezclado uno encima del otro. Esto para alguien acostumbrado a que normalmente a cada pez se le ponga en un pedestal con su luz y su precio resulta impactante, casi irrespetuoso. Creo que las carniceríoas no las tienen asi. Esta claro que todo esto biene de pesca arrastre.
Me llevo un pequeño besugo y un calamar. Están muy frescos.
Cruzo al pueblo de enfrente, Kingswear. Es el que tiene la marina de recreo con los servicios completos, el pueblo es pequeño pero muy bonito.
En Dartmouth no entran los cruceros mastodontes del turismo internacional como en Falmouth, pero si entran los megayates de lujo. Asombra la sensación de poder que desprenden estas máquinas. Y son solo lugares para ir de vacaciones, pero emanan esa sensación de fortaleza inexpugnable e impenetrable a la vez capaz de aniquilarte sin darse cuenta. Me provocan una sensación de insecto insignificante. Pero no puede fondear en Anchor Rock, jeje.
Mata para mí y limpia para mi. Y llévame de viaje, sin molestia, no quiero ruidos, quiero música, quiero sábana limpia, quiero flores, quiero buenos olores, mata para mi. Quiero brillo, quiero luz, quiero sol y carne, quiero mi belleza no quiero penas, no quiero mierda, limpia bien y mata para mí, te pagaré bien, pero no demasiado.